Jacinto Armenta
La mujer adúltera La mujer adúltera
{title: La mujer adúltera}
{artist: Jacinto Armenta}
{capo: 0}
{key: La}
Intro:
[La][Mi][Fa#m][Re][Sim][Mi]
[La][Mi][Fa#m][Re][La[Mi]
El Se[La]ñor le [Re]dijo a la a[Mi]dúltera:
¿Dónde es[Re]tán tus [Mi]acusa[La]dores?[La7]
Tam[Re]poco Yo [Mi]te con[La]de[Mi]e[Fa#m]no.
Anda y [Re]no [Mi]peques [Fa#m]más.[Mi]
{start_of_chorus}
[La]Líbranos, Se[Mi]ñor, del pe[Fa#m]cado,
de [Re]Ti viene la [Mi]paz y el per[La]dón.[La7]
A la [Re]confe[Mi]sión nos acer[La]camos[Fa#m]
y a[Re]hora, a tu [Si7]Santa Comu[Mi]nión.
[La]Líbranos, Se[Mi]ñor, del pe[Fa#m]cado,
pro[Re]tégenos [Mi]del Ma[La]liiig[La7]no.
Sééé nu[Re]estra a[Mi]yuda en el ca[La]mino,[Fa#m]
con tu [Re]cuerpo y [Mi]tu san[La]gre.[Mi]
{end_of_chorus}
Este [La]Pan sa[Re]broso celes[Mi]tial,
el Cor[Re]dero sa[Mi]crifi[La]cado,[La7]
el [Re]mismo Je[Mi]sús que [La]no con[Mi]dee[Fa#m]na,
aaa [Re]quien [Mi]vuelve arrepen[Fa#m]tido.[Mi]
{start_of_chorus}
Estribillo
{end_of_chorus}
¡Oh, Dios, [La]tierno [Re]y compa[Mi]sivo!,
perdo[Re]na [Mi]nuestras o[La]fensas[La7]
a[Re]sí, como [Mi]perdo[La]na[Mi]a[Fa#m]mos
a los [Re]que [Mi]nos o[Fa#m]fenden.[Mi]
{start_of_chorus}
Estribillo
{end_of_chorus}
Intro:
El Señor le dijo a la adúltera:
¿Dónde están tus acusadores?
Tampoco Yo te conde e no.
Anda y no peques más.
Líbranos, Señor, del pecado,
de Ti viene la paz y el perdón.
A la confesión nos acercamos
y ahora, a tu Santa Comunión.
Líbranos, Señor, del pecado,
protégenos del Maliiigno.
Sééé nuestra ayuda en el camino,
con tu cuerpo y tu sangre.
Este Pan sabroso celestial,
el Cordero sacrificado,
el mismo Jesús que no condee na,
aaa quien vuelve arrepentido.
Estribillo
¡Oh, Dios, tierno y compasivo!,
perdona nuestras ofensas
así, como perdona a mos
a los que nos ofenden.
Estribillo
El Señor le dijo a la adúltera:
¿Dónde están tus acusadores?
Tampoco Yo te conde e no.
Anda y no peques más.
Líbranos, Señor, del pecado,
de Ti viene la paz y el perdón.
A la confesión nos acercamos
y ahora, a tu Santa Comunión.
Líbranos, Señor, del pecado,
protégenos del Maliiigno.
Sééé nuestra ayuda en el camino,
con tu cuerpo y tu sangre.
Este Pan sabroso celestial,
el Cordero sacrificado,
el mismo Jesús que no condee na,
aaa quien vuelve arrepentido.
Estribillo
¡Oh, Dios, tierno y compasivo!,
perdona nuestras ofensas
así, como perdona a mos
a los que nos ofenden.
Estribillo